Manejar las emociones
Hola seguidores de
Bellum hoy tocaremos el tema sobre el control de emociones. Saber manejar las
emociones adecuadamente es fundamental para nuestro bienestar y nuestras
relaciones con los demás. Las respuestas emocionales inadecuadas están
asociadas a diversos trastornos psicológicos, problemas sociales y enfermedades
físicas, lo que significa que no siempre logramos regular nuestras emociones de
manera efectiva.
No obstante, las personas pueden
regular sus emociones tanto positivas como negativas, para aumentarlas o
disminuirlas. Aunque la mayoría de las emociones se regulan conscientemente,
también sucede la regulación inconsciente. Por ejemplo, cuando no reconoces la
ira que sientes al ser humillado por alguien, sino que la ocultas de inmediato,
o cuando desvías tu atención de manera inmediata y automática al ver algo que
te produce malestar.
Así pues, existe una regulación consciente, controlada y que requiere
esfuerzo, y otra regulación inconsciente, automática que sucede sin esfuerzo.
Ambas formas pueden ser útiles y adaptativas o no serlo, según cómo se
utilicen.
Los procesos de regulación de
emociones pueden mejorar o empeorar las cosas, puesto que pueden ser adecuados
o inadecuados. Si sientes ira y regulas esta emoción de
manera que cada vez la aumentas más y más hasta llegar a la agresión física,
estás empeorando las cosas. A nivel inconsciente, puedes negar la ira que
sientes al ser tratado injustamente cada día en el trabajo, pero eso no
eliminará el estrés fisiológico al que estás sometido, ni la liberación de
hormonas del estrés y los problemas físicos y enfermedades que pueden causarte
con el tiempo. En cambio, la regulación inconsciente puede ser muy útil para
pasar de largo ante un material desagradable, y no dejarnos afectar, por
ejemplo, por una imagen de gran crudeza en la tele.
Por otra parte, si un familiar te
cuenta un grave problema y usas estrategias de regulación de emociones para no
sentir su dolor y que no te afecte su tragedia, te sentirás mejor, pero también
vas a sentir menos empatía y menos
disposición a ayudarle.
Por tanto, saber regular las emociones no solo significa saber
aumentarlas o disminuirlas, sino saber cuándo conviene aplicar dichas
estrategias y cómo hacerlo.
Cinco formas de regular las emociones
Existen cinco procesos o formas de regular las emociones que las
personas suelen utilizar habitualmente: selección de la situación, modificación
de la situación, despliegue atencional, cambio cognitivo y modulación de la
respuesta.
Según cómo se utilicen, estos cinco
modos de regulación de emociones pueden ser adaptativos o perjudiciales. Lo
importante es que los conozcas y sepas lo que estás haciendo, eligiendo la
mejor estrategia en cada momento.
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